por Joe Attard
La Corte Suprema de los Estados Unidos revocó su decisión en el caso de Roe contra Wade, que desde 1973 protegía constitucionalmente el derecho de la mujer a abortar. Se espera que docenas de estados anuncien una serie de prohibiciones y restricciones del aborto en los próximos días y semanas.
Este ataque feroz a un derecho democrático elemental, esperado desde hace meses por un proyecto de decisión filtrado públicamente, es parte de una agenda reaccionaria de «guerra cultural», librada por un sector particularmente degenerado de la clase dominante estadounidense. Busca azuzar a las capas más atrasadas de la sociedad estadounidense, que, durante un período de profunda crisis económica, se han polarizado fuertemente a medida que la vida se vuelve insoportable para millones de personas.