por Marcel Claude
Propongo que sigamos con la vieja costumbre de la pasión revolucionaria, a la que retornamos como se vuelve siempre al amor, pero, sin MEOnes ni Sanchez Panza ni esa izquierda rosa posmoderne del Frente Amplio, más bien, como cantaban los que resistieron a Franco: Al Vent, de cara al viento, con las manos, el corazón y los ojos al Vent.