por Felipe Portales
Hay silencios más elocuentes que mil palabras. Es lo que podemos decir respecto del casi total silencio que ha habido en nuestro país a la hora del fallecimiento de uno de los compatriotas más valientes y probos que Chile ha tenido en muchas décadas. En efecto, Juan Guzmán, en el cumplimiento de su deber, se sobrepuso a todas las presiones, públicas y privadas, efectuadas por el gobierno de Lagos y el liderazgo de la Concertación de la época para evitar que llevara a juicio a quien encabezó el gobierno más criminal de la historia del Chile republicano: Augusto Pinochet Ugarte. Y si finalmente aquello no se logró, fue porque esa presión logró el inicuo resultado esperado con la Corte Suprema de la época.