por Sergio Marras
Recuerdo haberlo ubicado desde el teléfono público de una botillería, cuando no había celulares y Chile tenía muy pocos teléfonos fijos. Me contestó extrañado. ¿por qué quería conversar con alguien a quien se le identificaba con el régimen? «Sospechosa la cuestión». «Bueno, se cumplen veinticinco años de su antología de la generación del 50, generación que usted inventó.¿No le parece suficiente? Además, yo no lo identifico con el régimen. Usted me parece más bien inclasificable» «Pero, ¿qué tiene que ver la revista BRAVO con literatura?» «Más de lo que parece». Silencio. «Bueno ya, pero no joda demasiado».