de Grupo Socialista pela Igualdade
El reporte publicado el miércoles por la Comisión de Investigación (CPI) del Senado brasileño sobre la respuesta del presidente Jair Bolsonaro a la pandemia de COVID-19 ha expuesto la política criminal que se ha cobrado la vida de cientos de miles de brasileños.
Con una cifra oficial de muertes de más de 600.000, Brasil tan solo es superado por EE.UU. en decesos por COVID-19. Tiene la tercera cifra mayor de contagios, de más de 20 millones, siguiendo a EE.UU. e India. El reporte del CPI demuestra que tal tragedia no era inevitable, sino que fue la consecuencia completamente previsible de una estrategia homicida.