Para Freud ningún compositor se ha expresado de modo más conmovedor en lo que llamó «la lucha entre el Eros y la muerte, como se presenta en la especie humana», como lo hizo Gustav Mahler en la sinfonía Resurrección.
Para Freud ningún compositor se ha expresado de modo más conmovedor en lo que llamó «la lucha entre el Eros y la muerte, como se presenta en la especie humana», como lo hizo Gustav Mahler en la sinfonía Resurrección.