Brasil: ¿Qué sucedió realmente entre los generales y Bolsonaro?

por Marcelo Aguilar

La imagen de los militares venía deteriorándose. Allí está el desastre que significó la gestión del general Eduardo Pazuello al frente del Ministerio de Salud, en especial el impacto mediático de la escandalosa falta de oxígeno en Manaos –por la que Pazuello es investigado judicialmente (véase «Asfixiados», Brecha, 29-I-21)–. Hasta su nombramiento en setiembre, y a pesar de ocupar diversos puestos estratégicos en el gobierno, los militares actuaban de forma más discreta, casi siempre a través de oficiales retirados. Pero Pazuello, general en actividad, agarró el fierro caliente durante la mayor crisis sanitaria de la historia del país. Otros oficiales filtraban constantemente a la prensa su malestar con la gestión sanitaria del gobierno y, casi siempre en off, pedían que el general pasara a retiro y evitara así la mancha en la imagen castrense. Pazuello dimitió el 23 de marzo, día en que se registró un nuevo récord de 3.251 muertes por covid-19.

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Brasil: El escándalo judicial y político de la Operación ‘Vaza Jato’

por Marcelo Aguilar

La revelación de vínculos ilegales entre los fiscales de la Operación Lava Jato y el entonces juez de la causa Sérgio Moro ponen en aprietos al ahora ministro de Justicia y dan nuevas esperanzas a la defensa del ex presidente Lula da Silva, preso desde el año pasado. Según las primeras informaciones publicadas por “The Intercept Brasil” con base en mensajes intercambiados por los miembros del Ministerio Público, los investigadores tenían además dudas respecto a las pruebas presentadas contra Lula y estaban motivados por sus opiniones políticas. Las revelaciones recién habrían comenzado.

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Bolsonaro celebrará el aniversario del Golpe Militar de 1964

por Marcelo Aguilar

El portavoz de la Presidencia de la República, el general Otávio Rêgo Barros, dio el anuncio este lunes: Jair Bolsonaro determinó que se hagan celebraciones en los cuarteles militares en conmemoración del 31 de marzo de 1964, inicio de la dictadura militar que duró hasta 1985.

A casi tres meses de asumir la presidencia, las encuestas dicen que Bolsonaro ya perdió 19 puntos porcentuales de aprobación. Cada vez más aislado y con varios frentes de ataque abiertos al mismo tiempo, el ultraderechista se muestra caprichoso e inexperto. Y no parece importarle tanto. Actúa –él y algunos de sus aliados– como si todavía estuviera en campaña, y su propensión al diálogo y a la negociación es escasa. Pero los alcances históricos de algunos de sus impulsos son todavía difíciles de dimensionar.

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