La IV Internacional y la esperanza revolucionaria. Análisis, estrategias y proyectos

por Ludivine Bantigny y Fanny Ganot

Inmediatamente después de 1968, hay una gran convicción en las corrientes comunistas revolucionarias de que la revolución es inminente o en todo caso surgirá a medio plazo, en cinco o diez años en Europa.“La historia nos muerde la nuca”, resume Daniel Bensaïd. Por tanto, hay que prepararse y pensar las bases de nuevo; de nuevo, porque no se trata de trasplantar las referencias y experiencias de una historia y de una tradición, de una cultura política en suma. Ésta evoluciona y cambia con el tiempo, sobre todo porque, en estas corrientes, el análisis preciso de la situación suele ser una prioridad: se privilegia la atención materialista a las condiciones de posibilidad para la acción.

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