Anoche, a las doce y cuarto de la noche, recibí una llamada telefónica de México con una noticia que me afectó profundamente. Me dijeron que mi viejo amigo y camarada Esteban Volkov había fallecido. Aunque no puedo decir que esta noticia fuera totalmente inesperada, ya que Esteban había alcanzado la avanzada edad de 97 años en marzo, sin embargo me llenó de una profunda sensación de pérdida irreversible, no sólo de un amigo muy querido, sino de la pérdida del último vínculo físico que quedaba con la persona de uno de los más grandes revolucionarios de todos los tiempos, León Trotsky.
Esteban Volkov
Entrevista a Esteban Volkov, nieto de León Trotsky: “Intentan denostar y falsificar la figura de Trotsky porque sus ideas siguen teniendo mucha vigencia”
por Raúl Camargo
Ciudad de México es un lugar para citarte con la historia. La cuna de la civilización “mexica” es un crisol de culturas y testimonio de acontecimientos únicos en la historia del S.XX. El irregular paisaje de casas, fruto de la devastación provocada por sucesivos terremotos, alberga una inmensa ciudad con sus arrabales donde viven 20 millones de personas. El DF fue el refugio de algunos de los escritores, pintores y poetas más grandes del siglo pasado. Un lugar de acogida para miles de republicanos que huyeron del fascismo tras la guerra civil española. Y también el único país del “planeta sin visado” que tuvo el coraje de aceptar la solicitud de asilo de Leon Trotsky. Aquella “ medianoche del siglo”, en palabras de Victor Serge, que fueron los años 30 y 40, reunieron en la Ciudad de México a Frida Kahlo, Diego Rivera, Malcolm Lowry, Andre Breton, Tina Modotti, Trotsky… El Presidente Lázaro Cárdenas hizo de aquella época y aquel lugar un singular punto de encuentro de algunas de las mejores cabezas del momento. Y de entre todas ellas, destacó Trotsky, uno de los últimos gigantes del siglo XX, asesinado por orden de Stalin en su propia casa del barrio de Coyoacán. En ese mismo lugar, nos encontramos hace unas semanas con Esteban Volkov, “Sieva”, el nieto de Trotsky, hijo de Zina Bronstein y Platon Volkov. A sus 94 años, es una de las últimas personas vivas que convivió con Trotsky y que sufrió los últimos años de su trágico destino y el de su familia. Esteban conserva una lucidez envidiable a pesar de su avanzada edad. Este encuentro no hubiera sido posible sin las amables gestiones de José Luis Hernández Ayala y Danny Laird, a quienes agradezco de todo corazón que me permitieran concertar esta entrevista con la que tanto disfruté.