El asesinato de un ciudadano negro por un policía ha desatado en EE.UU. una oleada de protestas que ha puesto de relieve una dolencia más profunda que aqueja a la sociedad de ese país. Algunos la llaman «la comercialización de la violencia».
Este fenómeno se presenta, al menos, bajo tres aspectos evidentes: 1) la privatización de las guerras; 2) la militarización de la policía; y 3) el negocio del sistema penitenciario.
Ya Sun Tzu, quinientos años antes de nuestra era, como se lee en su tratado “El Arte de la Guerra”, se refería a ésta diciendo que “es un asunto serio; da miedo pensar que los hombres pueden emprenderla sin dedicarle la reflexión que requiere”. Es evidente que Bush no había leído esto cuando desencadenó aquella nefasta guerra contra el terrorismo cuyos efectos está sufriendo hoy la humanidad y, sobre todo, los pueblos musulmanes sobre los que el rayo del Pentágono descargó con mayor virulencia y menor reflexión.Seguir leyendo La engañosa derrota del Estado Islámico→