por Alberto Cordero
Es imposible no ser consciente del dolor general, del malestar que se concentra en el mundo. Creo que la teoría de Malthus ya estaba muerta pero ahora está muerta y enterrada, la tortura de esta sociedad ya no puede achacarse a ‘’los boletos no premiados de la lotería de la vida’’ (Malthus, 2016) en la medida en que es algo generalizado. Empiezo a escribir esto con el objetivo de comprender eso mismo, en qué medida hay una necesidad de historizar ese sufrimiento. El SPK (Colectivo Socialista de Pacientes) asegura en ‘’Hacer de la enfermedad un arma’’, su manifiesto de agitación, que no basta con la atribución del malestar al ‘’malvado capitalismo’’, remitir a las causas sociales (SPK, 2020). Sin embargo, lo que es obvio es que es imposible no pensar en la sociedad como una olla recalentada, esa metáfora hace tiempo que huyó del individuo.