por Adam Tooze
La portada del FT de este fin de semana rebosaba pesimismo sobre China. El cambio en el discurso occidental sobre China en los últimos cinco años ha sido dramático. Las guerras comerciales, las guerras tecnológicas, el COVID, las medidas represivas de Xi Jinping, la burbuja inmobiliaria, Omicron y ahora la guerra de Putin han contribuido a ello. De este cambio depende toda nuestra perspectiva de la economía global y de los asuntos mundiales en general.