Una vez más, la necesidad se ha expresado a través del accidente. Lo sucedido en Iowa revela la naturaleza podrida de la democracia capitalista estadounidense. Este pequeño Estado del Medio Oeste ha ido cobrando importancia política durante los últimos meses, durante los cuales los candidatos han invertido miles de dólares y tiempo en un esfuerzo por ganar impulso de cara a las elecciones de noviembre. Sin embargo, hemos asistido a un caso de incompetencia inimaginable, o sabotaje cínico, dependiendo de las preferencias por las teorías de la conspiración de cada cual.