por Mike Head
Luego de cinco días de protestas por parte de jóvenes y trabajadores que paralizaron el aeropuerto de Hong Kong, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, reforzó sus llamados al régimen chino a controlar la agitación. Con más manifestaciones masivas previstas este fin de semana, Trump se solidarizó con el presidente chino Xi Jinping en el «asunto difícil» de lidiar con los disturbios sociales.