Los mejores poemas no se escriben en papel

por Emilio Santiago

“Poesía, vida futura en el interior del hombre que ha ganado en calidad” René Char

Hubo un tiempo en que se entendió, y hasta se dio por asumido (pienso en la Internacional Situacionista y su influencia en el 68 francés), que categorías como arte o literatura eran expresiones culturales históricas. Esto es, realidades que no conformaban un universal antropológico, algo presente en cualquier sociedad imaginable, sino que estaban circunscritas a una época concreta, la modernidad capitalista. Más aún, para estos discursos el arte y la literatura en tanto que formassociales, independientemente de que sus contenidos fueran ideológicamente progresistas o reaccionarios, encarnaban muchos rasgos alienantes y opresivos del capitalismo moderno y ayudaban a reproducirlo. A su vez, como todas las realidades históricas, el arte o la literatura debían pensarse como fenómenos transitorios. Y por tanto susceptibles de ser transformados mediante la lucha y el conflicto hacia nuevas formas de organizar la creatividad y el juego simbólico que fueran más liberadoras. El argumento no dejaba de ser una aplicación de la noción de historicidad que nos enseñó a pensar el marxismo a otras facetas de la vida social, más allá de la economía o la política. Del mismo modo que las relaciones mercantiles, la propiedad privada o el Estado eran susceptibles de desaparecer dando lugar a una sociedad nueva y superior, la misma esperanza utópica podía ampliarse a los esquemas perceptivos, a la sensibilidad o las diversas formas culturales de conjugar la belleza.

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