por Rolando Munck
Al cumplirse en 1992 el 500 aniversario del “descubrimiento” de América Latina, las organizaciones amerindias se vieron en la obligación de señalar que lo ocurrido en 1492 no fue un encuentro entre culturas, sino la violenta conquista de una civilización. Entre 1519 y 1540, los españoles llegaron a controlar más de 30 millones de personas y 2 millones de kilómetros cuadrados de territorio. La catástrofe profetizada tanto en la cultura inca como en la maya se había confirmado en la práctica. En el transcurso de una generación, dos destructivas oleadas de conquista hicieron caer a la América Central y del Sur en manos de los españoles. Su superioridad tecnológica y en potencia de fuego, el poder espiritual de la Biblia, y las enfermedades demoledoras traídas por ellos arrasaron casi por completo con las civilizaciones que ya existían en esas tierras.