Cine: «El Padrino II», la suma diabólica

por Horacio Ramírez

Alguien se acerca y le besa la mano al Don, al Cabeza, al Capo, al padrino o “padre por vía divina”, en su etimología en inglés: “godfather”. La inclinación y el beso señalan un pacto de fidelidad, firme como el acero y a la vez volátil como un copo de nieve frente a los ardores del deseo: con esa imagen comienza la segunda parte de la trilogía de El Padrino (The Godfather II -1974-) de Francis Ford Coppola, a inspiración de la novela de Mario Puzo. La excepción que confirma la regla, donde la segunda parte es mejor que la primera, llevándose el preciado Oscar a la mejor película de ese año.

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