Contretemps: Tras siete años de represión y de guerra, la revolución siria aparece como derrotada y el pueblo sirio condenado a seguir siendo víctima de una tragedia sin fin… Una vez expresados el dolor y la indignación, ¿cómo resistirse a la desesperación?
Faruk Mardam Bey: Concedamos primero su parte, que debería ser muy grande, al dolor y la cólera. Si Siria y la gente de Siria están ahí, en este interminable calvario, es porque poca gente en el mundo, durante cerca de ocho años, se ha preocupado por su suerte. Esas centenares de miles de muertes, esas decenas de miles de personas desaparecidas, esos millones de personas refugiadas, esas ciudades y pueblos devastados, todo un pueblo sacrificado en el juego cínico de las naciones, nos reclaman más lágrimas y más cólera, y que nos esforcemos por hacerlas compartir a nuestro alrededor. Es difícil en los tiempos que corren, con el desánimo de las y los simpatizantes de la causa siria, pero es sin duda el primer medio para resistir a la desesperación.