¿Cuáles son las implicaciones de considerar a Rosa Luxemburg como pensadora europea, teniendo en cuenta la contundente crítica de la izquierda a la UE como institución neoliberal, desigual y colonizadora?
Si bien vivió y lucho hace cien años, Rosa Luxemburg es, desde la perspectiva de hoy, una pensadora europea, moderna y fuente de inspiración. Ella pensaba en Europa como un todo, con una historia común e intereses comunes entre las clases trabajadoras y los oprimidos. En su obra, La cuestión nacional y la autonomía, desarrolla un concepto positivo de nacionalidad que se basa en un detallado análisis de la composición nacional de Lituania y la región del Cáucaso. Su punto de partida es la declaración de que el capitalismo altera la vida social ‘desde sus fundamentos materiales hasta lo más alto, sus manifestaciones culturales’.[1]