por Bill Van Auken //
Fiscales estatales en Arabia Saudita sentenciaron a la activista política de 29 años, Israa al-Ghomgham, su esposo, Moussa al-Hashem, y tres otros por los “crímenes” de manifestarse pacíficamente contra la dictadura monárquica del país, cantar en contra del régimen y publicar sus videos en redes sociales.
Las penas capitales, incluyendo la primera registrada contra una mujer saudita con base en presuntas ofensas políticas, son emblemáticas de un régimen criminal que es considerado el aliado árabe más cercano de Washington.