por Joe Attard
A medida que la pandemia de COVID-19 se prolonga hacia su segundo año, continúa exponiendo e intensificando las contradicciones del capitalismo mundial. La locura del nacionalismo de las vacunas demuestra claramente que un sistema basado en la propiedad privada y la división del mundo en Estados-nación antagónicos no está equipado para hacer frente a una amenaza viral que no entiende de fronteras, márgenes de beneficio o estrechos intereses nacionalistas.