por Ariane Díaz
ANDERSON Y UN MAPA POLÉMICO DEL MARXISMO, a 40 años de Consideraciones sobre el marxismo occidental.
Las hipótesis del libro tenían mucho de ajuste de cuentas con la agenda de su revista. Hay unas coordenadas que no menciona allí pero que lo motivan: Anderson venía haciendo un balance nada halagador del marxismo británi co, para él parte de una intelectualidad atas cada en una cultura nacional conservadora y empirista que no había sabido construir ni una sociología ni una tradición marxista siste máticas2. Aquellas vertientes de lo que llamó “marxismo continental” permitían un análi sis totalizador que faltaba en la teoría social británica. La revista había ya iniciado el tra bajo de publicación de textos de la tradición marxista francesa, italiana y alemana; desde 1966 en adelante publicaron a Sartre, Lukács, Adorno, Benjamin, Althusser y Gramsci, entre otros. La editorial de la NLR, hacia fines de 1970, contaba con más de la mitad de su ca tálogo dedicada a estos autores3. Es decir que fue la NLR dirigida por Anderson la que ha bía introducido en la isla los autores que ahora criticaría.