1.- EMANACIONES DE MORAL
En épocas de reacción triunfante, los señores demócratas, socialdemócratas, anarquistas y otros representantes de la izquierda se ponen a desprender, en doble cantidad, emanaciones de moral, del mismo modo que transpiran doblemente las gentes cuando tienen miedo. Al repetir, a su manera, los Diez Mandamientos o el Sermón de la Montaña, esos moralistas se dirigen, no tanto a la reacción triunfante, cuanto a los revolucionarios perseguidos por ella, quienes, con sus «excesos» y con sus principios «amorales», «provocan» a la reacción y le proporcionan una justificación moral.