por Zenón Pereyra //
La palabra obsceno proviene del latín Obscenus, cuyo significado más antiguo era siniestro, funesto, de mal augurio, algo terrible y que, por tanto, no es grato de ver, se relaciona con la visión de sucias impurezas en los sacrificios y ritos augurales. Con el tiempo este adjetivo llegó a significar algo vergonzoso, inmoral o sucio, que no debe ser contemplado.