por César Pradines
Se cumple un nuevo aniversario de la muerte de uno de los grandes trompetistas del jazz, Chet Baker, talentoso improvisador y cantante de un estilo único con una trágica historia de adicción a las drogas. Su muerte quedó rodeada de misterio: suicidio o accidente. Chet Baker fue encontrado en la madrugada del 13 de mayo de 1988, en la calle. Estaba en posición fetal, tenía la cabeza y parte de la cara destrozada y su postura indicaría que no murió inmediatamente. Vestía una camisa de manga corta y un pantalón a rayas y se habría caído del segundo piso del hotel Prins Hendrik, de Amsterdam, Holanda, donde ocupaba desde hacía tiempo la habitación C-20 y donde la policía encontró heroína y cocaína. Tenía 58 años.