por Eduardo Morris
La vida y el camino de lucha que hemos elegido, en gran medida determinado por un enemigo de clase cruel, implacable y genocida de nuestro país, nos ha deparado en el fragor del combate, momentos luminosos y hermosos y también, momentos tristes e inexplicables. En ese contexto, nos hemos encontrado con compañeras y compañeros solidarios y de una entrega revolucionario ejemplar. Uno de ellos fue JAIME GARNHAM SARAVIA, que en esta noble causa por la dignidad de nuestro pueblo, nos encontrábamos y nos separábamos y volvíamos a encontrarnos para abrazarnos y reforzar nuestro compromiso inclaudicable con los que sufrieron el terrorismo de estado y con los que continúan esta lucha por un Chile mejor.