por Iván Godoy
Señala la biografía de Joel-Peter Witkin (1939) que su padre judío y madre católica romana no pudieron superar sus diferencias religiosas y se divorciaron cuando él aún era joven, quedando al cuidado de su madre, que lo crió junto a su hermano mellizo en un ambiente profundamente religioso. El fotógrafo estadounidense afirma que su particular visión del mundo fue marcada de forma indeleble por un episodio que presenció cuando niño, acontecimiento fundamental para introducirnos en su obra. Esto habría ocurrido un domingo cuando su madre se dirigía a la iglesia con él y su hermano. Al llegar, fueron testigos de un horroroso accidente, el cual habría involucrado a tres vehículos, todos con numerosas familias en su interior. A los pies de Witkin habría rodado una pelota que el tomó entre sus manos y que resultó no ser tal, al constatar éste la mirada fría de un niño que lo observaba.