Isidora Zegers en los orígenes del arte musical en Chile

por Macarena Castro

El 30 de agosto de 1819 se escucha en la plaza pública de Santiago la ejecución de una sinfonía de Beethoven y un cuarteto de Mozart, en la celebración del cumpleaños de Rosa O’Higgins. El responsable de este concierto fue un comerciante danés que llegó a Chile aquel año, Carlos Drewetcke, quien había traído de Europa colecciones de estos compositores y acostumbraba a reunir en su casa a los músicos para ejecutar estas piezas, que, como recuerda José Zapiola, “eran un arte desconocido hasta entonces” (𝘙𝘦𝘤𝘶𝘦𝘳𝘥𝘰𝘴 𝘥𝘦 𝘵𝘳𝘦𝘪𝘯𝘵𝘢 𝘢𝘯̃𝘰𝘴 (1810-1840), Imprenta de El Independiente, 1872).

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