por Jorge Martín
El banquero Lasso, presidente de Ecuador, ha utilizado el procedimiento de «muerte cruzada» para cerrar el Congreso Nacional apenas dos horas antes de iniciarse la votación de su juicio político por corrupción. Ahora se deben convocar elecciones en un plazo de seis meses para renovar tanto el Ejecutivo (presidente) como el Legislativo (Congreso), pero mientras, el presidente sigue en funciones y gobierna por decreto sin control parlamentario. Es, por tanto, un autogolpe.