por Nicolás Sepúlveda //
Con una exitosa estrategia comunicacional, cuyo último hito fueron los rayados en liceos emblemáticos de Santiago, lograron instalar su discurso anti globalización y contra migrantes y homosexuales. CIPER entrevistó a dirigentes y militantes de estos grupos, rastreó sus estructuras y vínculos con policías y militares e identificó dos vertientes: una política que aspira llegar a las elecciones, y otra que reivindica la violencia y los símbolos neonazis. Al tiempo que en Europa y Brasil emerge un ultranacionalismo avasallador, en Chile el Movimiento Social Patriota (MSP), trata de convertirse en la cabeza de una corriente política que pretende disputar el poder