por Alberto Arellano
La suspensión de sus funciones del ministro Emilio Elgueta es solo la superficie de una explosiva investigación por corrupción al interior del Poder Judicial. CIPER investigó y descubrió una trama que une a tres ministros de la Corte de Apelaciones de Rancagua. En ella se mezclan beneficios a un doctor condenado por tráfico de sicotrópicos, registros telefónicos que dan cuenta de cómo una banda narco obtiene la libertad de uno de sus miembros a cambio de dinero, y de los vínculos con abogados que litigan en causas que ellos deben dirimir. También hay préstamos y pagos a ministros. Esta es la otra cara del “desastre de Rancagua”.