por Alan Woods
Ayer, una enorme explosión causó una incalculable destrucción y derramamiento de sangre en la capital libanesa. Esta tragedia era un desastre anunciado, y provocará la ira de las masas contra la camarilla corrupta de la alta sociedad. Beirut ha despertado esta mañana para ser testigo de las sombrías secuelas de una catastrófica explosión que ha devastado el centro de la capital libanesa, demoliendo edificios, volcando coches y otros vehículos, y haciendo añicos las ventanas en una amplia zona.