I
Me parece que en nuestro país no se presta la suficiente atención a las cooperativas. Es poco probable que todos comprendan que ahora, a partir de la Revolución de Octubre e independientemente de la Nep (por el contrario, en este sentido habría que decir: precisamente gracias a la Nep), las cooperativas adquieren en nuestro país una importancia verdaderamente extraordinaria. En los sueños de los viejos cooperativistas hay mucha fantasía. A menudo resultan cómicos por lo fantásticos. Pero ¿en qué consiste esa fantasía? En que la gente no comprende la importancia fundamental, la importancia cardinal de la lucha política de la clase obrera por derrocar la dominación de los explotadores. Hoy es ya un hecho ese derrocamiento en nuestro país, y mucho de lo que parecía fantástico, incluso romántico y hasta trivial en los sueños de los viejos cooperativistas, se convierte ahora en una realidad de lo más natural.