por David Walsh y Joanne Laurier
El año llega a su fin. No podemos analizar ningún aspecto de la vida artística, o de la vida en general, del 2020 sin una referencia central a la pandemia del COVID-19, que está asolando a la población mundial gracias a la inacción de las diversas élites gobernantes. A fines de marzo dijimos que «la calamidad sanitaria y económica mundial» no tenía precedentes. «Cualquiera que sea el desenlace a corto plazo», escribimos, «la vida y conciencia sociales jamás volverán a sus estados previos. Hemos cruzado el Rubicón. Desde ahora, decenas de millones verán el orden actual como ilegítimo y una amenaza inmediata para su futura existencia».