por M.K. Bhadrakumar
El primer ministro armenio, Nikol Pashinyan, se está volviendo hacia Occidente- Armenia ya no discute que Nagorno-Karabaj forme parte de Azerbaiyán. La perspectiva de una resolución pacífica de un conflicto regional debería ser una buena noticia, pero se trata de una situación increíblemente compleja, con un entorno exterior en el que se libra una guerra brutal sin final a la vista y los protagonistas persiguen intereses contrapuestos.