por Eduardo Fabregat
No hay manera de comprobar si sucedió efectivamente así, pero la anécdota es muy potente: cuentan que cuando los nazis allanaron el domicilio de Pablo Picasso en París, un oficial le preguntó si él era el autor de ese revoltijo llamado Guernica. “No, esto lo hicieron ustedes”, dicen que dijo el pintor.
Ante la visión de esas viñetas que atraviesan el tiempo, que nos siguen representando, que siguen señalando males eternos de la Humanidad, Quino podría haber dicho algo parecido. No parece casual que uno de sus «chistes» más célebres sea ese en el que una empleada de limpieza ordena toda una habitación… incluyendo al Guernica. Dicen que era uno de sus favoritos, también es difícil de comprobar.