por James McDonald
El centenario de la publicación de A este lado del paraíso, la primera novela de F. Scott Fitzgerald, amerita algo más que un reconocimiento superficial en esta época de pandemia, cuando incontables millones de estadounidenses enfrentan el desempleo, el desalojo y la pobreza, cuando las instituciones democráticas de Estados Unidos sucumben a los estragos causados por una clase dominante cada vez más dictatorial y cuando el enojo de la clase obrera por todos estos problemas comienza a desbordarse. Es una obra con defectos, que se desarrolla principalmente en los jardines y paseos tranquilos de la Universidad de Princeton y explora la educación moral de un protagonista privilegiado y narcisista.