por Laura Landaeta
Afines de 2011, y casi por casualidad, estalla el primer gran escándalo de la marina por temas de dinero y tráfico de información confidencial. Fue conocido como el caso “Fragatas”. En él, se utilizó tráfico de influencias para beneficiar a un proveedor de armamento de dudosa reputación, llamado Guillermo Ibieta, quien estaba siendo investigado por la Fiscalía por tener vínculos con un escándalo militar llamado el caso “Leopard”.