por Darío Barrón Portillo
Es importante recordar que, pese a compartir un idéntico título, el libro del novelista inglés y el filme del realizador estadounidense son obras esencialmente distintas, para empezar porque una es de índole literaria y la otra es cinematográfica, pero también se agrega el hecho de que ambos autores crean una autonomía semántica en sus respectivos artefactos de producción simbólica, lo que es vital a fin de recalcar dentro del público y más que nada en particular a los medios de difusión.