Apocalipsis significa sencillamente Revelación, aunque esto no tiene nada de sencillo: los hombres se han devanado los sesos durante cerca de dos mil años para averiguar lo que revela exactamente toda esa orgía de misterio. A la mente moderna, en conjunto, le desagrada el misterio, y por ello quizá de entre los libros que componen la Biblia, la Revelación le resulta el menos atrayente.