por César Manzanos
Nuestras vidas dependen de una invisible estructura criminal que tan solo se manifiesta cuando afloran a la luz fugas coyunturales, fruto de desajustes o desavenencias en el interior de las élites de poder, en su proceso de secuestro de los Estados para ponerlos al servicio de su economía de guerra permanente, convirtiendo el Estado de derecho en un Estado de derecho contra los derechos.