por Alex Ibarra
«…los cuerpos resisten hasta el final
caída, inmersión, olvido, pérdida…».
Sirvo una copa de vino y abro uno de tus libros de poesía «dicha non desdicha» ambos gestos reviven recuerdos de compartir los alimentos en una misma mesa: «mira, querido!». Supe de tu enfermedad y no fui a visitarte, la pandemia trajo muerte y aislamiento. Te tocó sufrir la misma enfermedad que le causó la muerte a mi madre, como fuiste más sabio supiste darme una palabra y brindar gestos de ternura.