El 8 M y la lucha de la derecha contra la «ideología de género»

por Inés Acosta

El discurso contra la “ideología de género” se extiende, replica y cuela por las calles, los gobiernos y las campañas electorales. Los movimientos que apelan a combatirlo tienen por objetivo influir a nivel político y han sido exitosos al unir a actores religiosos y no religiosos contra un enemigo en común difundiendo el pánico moral. El término comenzó a gestarse en el Vaticano a mediados de los años noventa y fue llevado a las calles en la última década por diversas corrientes religiosas conservadoras y grupos antifeministas, pero la prédica contra el género tiene sus orígenes mucho antes de la invención de esta expresión retórica.

Leer más

Entrevista con Lamia Oualalou: ¿Por qué crece el evangelismo en Brasil y qué consecuencias políticas tiene?

por Eduardo Febbro //

 

Brasil fue la cuna de uno de los movimientos eclesiásticos más puros y universales que se hayan conocido: la Teología de la Liberación. A su cabeza, como teólogo substancial de esa corriente, estuvo Leonardo Boff y, dentro de la Iglesia Católica, el obispo Hélder Cámara, quien solía decir: “Si le doy de comer a los pobres, me dicen que soy un santo. Pero si pregunto por qué los pobres pasan hambre y están tan mal, me dicen que soy un comunista”. Boff y Cámara han sido reemplazados, hoy, por una corte de pastores evangélicos de perfil liberal, millonarios como Edir Macedo, el Obispo de la Iglesia Universal del Reino de Dios y dueño de poderosos medios de comunicación

Leer más

Bakunin: Dios y el Estado

En nombre de esa ficción que apela tanto al interés colectivo, al derecho colectivo como a la voluntad y a la libertad colectivas, los absolutistas jacobinos, los revolucionarios de la escuela de J.J. Rousseau y de Robespierre, proclaman la teoría amenazadora e inhumana del derecho absoluto del Estado, mientras que los absolutistas monárquicos la apoyan, con mucha mayor consecuencia lógica, en la gracia de dios. Los doctrinarios liberales, al menos aquellos que toman las teorías liberales en serio, parten del principio de la libertad individual, se colocan primeramente, se sabe, como adversarios de la del Estado. Son ellos los primeros que dijeron que el gobierno –es decir, el cuerpo de funcionarios organizado de una manera o de otra, y encargado especialmente de ejercer la acción, el Estado– es un mal necesario, y que toda la civilización consistió en esto, en disminuir cada vez más sus atributos y sus derechos. Sin embargo, vemos que en la práctica, siempre que ha sido puesta seriamente en tela de juicio la existencia del Estado, los liberales doctrinarios se mostraron partidarios del derecho absoluto del Estado, no menos fanáticos que los absolutistas monárquicos y jacobinos.

Leer más

Walter Benjamin: El capitalismo como religión

Hay que ver en el capitalismo una religión, es decir, el capitalismo sirve esencialmente a la satisfacción de las mismas preocupaciones, suplicios e inquietudes a las que daban respuesta antiguamente las llamadas religiones. Probar esta estructura religiosa del capitalismo, es decir, probar que no es sólo una formación condicionada por la religión como lo piensa Weber, sino un fenómeno esencialmente religioso, nos conduciría hoy al extravío de una polémica universal exagerada. No podemos estrechar la red en la cual nos sostenemos; sin embargo,  este punto será apreciado posteriormente.

Leer más

Ir al contenido