Cuando se desencadena el levantamiento de los generales, el 19 de julio de 1936, no sorprende ni a Trotsky ni a los dirigentes del POUM. El gobierno del Frente Popular, emanación de la mayoría obrero-republicana, llevado al poder por las elecciones de febrero, ni pudo ni quiso comprometerse en la lucha contra los preparativos del complot y del levantamiento, y actuó como fiador de la ”lealtad” – de un ejército que preparaba la contrarrevolución. Pero esta tentativa de contrarrevolución preventiva fracasa frente a la resistencia de los trabajadores, que improvisan en algunas horas el armamento y la resistencia armada: vencen después de encarnizados combates, los marinos en la flota de guerra, los trabajadores en todos los grandes centros de Cataluña, de Asturias – excepto Oviedo, donde se dejan engañar por los dirigentes del Frente Popular – en Levante y en, el mismo Madrid. Al mismo tiempo, los trabajadores crean las organizaciones de su combate: milicias obreras, patrullas de control, comités con diversos nombres que unen a todas las organizaciones obreras y a los que también se unen, de buena o mala gana, los restos de las organizaciones republicanas.
Pierre Broué
Comunistas contra Stalin: la masacre de una generación
por Alan Woods
A continuación, publicamos la introducción a la primera edición italiana del libro de Pierre Broué, Comunistas contra Stalin: la masacre de una generación. La muerte de Pierre Broué en 2005 representó una pérdida trágica. Durante su vida desempeñó muchas labores como historiador, militante trotskista y editor de “Cahiers Leon Trotsky”. Durante 45 años participó activamente en la política trotskista en Francia e internacionalmente. Escribió obras importantes. Editó y prologó una edición francesa autorizada de los escritos de Trotsky posteriores a 1928, y estuvo en el centro de la investigación de Trotsky en las últimas décadas.
Pierre Broué: «Spartakismo, bolchevismo, izquierdismo frente a los problemas de la revolución proletaria en Alemania (1917-1923)»
Presentamos la traducción de la defensa de la tesis doctoral de Historia de Pierre Broué [1] que finalmente quedó plasmada en las más de 1.000 páginas de Revolución en Alemania (1917-1923), cuyo segundo tomo fue publicado por Ediciones IPS a fin del año pasado. En esta defensa Broué se sumerge en el estudio de los orígenes y de cómo influyeron en su evolución las diferentes corrientes que formaron el Partido Comunista alemán (de allí el título del trabajo), así como en la historia de los combates librados por los revolucionarios alemanes y la III Internacional en “Occidente”.
El trabajo que presento brevemente aquí ha estado en obra de forma más o menos continua durante casi quince años –lo que se explica porque durante este período siempre he asumido tareas docentes, pero nunca se me ha beneficiado con ninguna ayuda material–. No es un trabajo de un germanista y no fue abordado desde el punto de vista de la historia alemana, sino del de la historia del movimiento comunista internacional a la que el autor consagró una gran parte de su tiempo desde su adolescencia, por razones tan evidentes que se le permitirá no recordarlas aquí.
marxismo y sindicatos en la concepción de Trotsky
por Juan Dal Maso
La cuestión de los sindicatos y su rol es de gran importancia en la política argentina e internacional. En la tradición marxista ha sido un tema abordado en profundidad. Si bien en las últimas décadas se han dado una serie de cambios significativos que exceden ciertos aspectos del análisis clásico, los fundamentos marxistas de la cuestión sindical siguen siendo centrales para pensar el problema. En este artículo tomaremos especialmente algunos puntos del recorrido de Trotsky sobre el tema, por ser uno de los marxistas que siguió en mayor profundidad la evolución de los sindicatos y su relación con el Estado, desde un punto de vista tanto conceptual como estratégico.
Pierre Broué: Trotsky y los trotskistas frente a la Segunda Guerra Mundial
Al publicar, hace algunos años, textos de Trotsky sobre la segunda guerra mundial[1] , Daniel Guérin los presentaba con un prefacio que le iba a costar la crítica de los órganos de los diferentes grupos que se reclamaban entonces del trotskismo. Lo acusaban, sobre todo, de haber deformado el pensamiento de Trotsky, cortando arbitrariamente sus textos, distorsionando su pensamiento, si no hacia el socialpatriotismo, por lo menos hacia el antifascismo, y de haberse dejado arrastrar a hacer de Trotsky un “patriota soviético”, para quien la necesidad de “la defensa de la URSS” habría primado frente a cualquier otra consideración en la apreciación de la guerra.[2]
Pierre Broué: el bolchevismo, el partido y los hombres
En las manos de Lenin, el partido se convirtió en un instrumento histórico insuperable. Las decenas de miles de militantes ilegales que, tras las jornadas revolucionarias de febrero de 1917, volvían a tomar contacto, estaban a punto de constituir una organización que las amplias masas obreras y, en menor medida, las campesinas, considerarían como propia. Tal organización iba a dirigir su lucha contra el gobierno provisional, conquistar el poder y conservarlo. Por tanto, a pesar de la lucha entre fracciones y de la represión, Lenin y sus compañeros triunfaron allí donde otros marxistas que, en un principio, gozaban de condiciones más favorables, habían fracasado: por primera vez en toda la existencia de los partidos socialistas, uno de ellos iba a vencer.
Pierre Broué: los procesos de Moscú
Pierre Broué: Los Trotskistas en la URSS (1929-1938)
Introduccion
“Los organismos de la dictadura proletaria no pueden admitir que exista en el país de la dictadura del proletariado una organización ilegal antisoviética que, aunque numéricamente insignificante, posee sin embargo sus propias imprentas, sus comités, intenta organizar huelgas antisoviéticas y prepara a sus partidarios para una guerra civil contra la dictadura proletaria (…),
”Parece como si no todos los miembros del partido se dan cuenta claramente de que entre la antigua oposición trotskista en el seno del PCUS y la organización trotskista ilegal actual, que se encuentra al margen de las filas del PC de la URSS, existe un abismo profundo. No obstante, es tiempo de asimilar esa verdad manifiesta. Es por tanto absolutamente inadmisible aceptar esta actitud ‘liberal’ frente a las organizaciones trotskistas ilegales activas, tal como se manifiesta a veces entre algunos miembros del partido. Todos los miembros del partido deben tomar nota de este asunto.”
Editorial de Pravda, 24 de enero de 1929.