por Musa Ardem
La corriente de la que provenimos, el “morenismo”, siempre consideró, que, organizaciones político militares, como el Ejército Republicano Irlandés, el Partido de los Trabajadores del Kurdistán, el Frente Farabundo Martí o el Frente Sandinista de Liberación Nacional -cuando combatía a la dictadura de Somoza- debían ser consideradas fuerzas beligerantes, nunca “grupos terroristas”.