por Guillermo Correa
En una jornada que había fue definida con características históricas, intentando en ocasiones incluso deslizar algunas similitudes entre la llegada al gobierno de Boric y la coalición Apruebo Dignidad con lo que representó la llegada al poder la Unidad Popular en los años setenta, pasó sin pena ni gloria en la ciudad de Valparaíso.
Como es ya característico cuando se realiza alguna ceremonia oficial en el edificio del Congreso Nacional este amaneció completamente enrejado en un perímetro de varias cuadras a la redonda, con un exagerado dispositivo de seguridad que impedía no solo el paso de vehículos sino también el desplazamiento y acercamiento de los peatones a dicho sector.