por Juan Bautista Tata
En agosto de 1972, los problemas para el mandatario chileno Salvador Allende se acumulaban día a día. Además el Presidente y la oposición no se daban tregua. La difícil situación económica –y las diferencias internas en la Unidad Popular– generó una crisis general de gabinete. El ministro de Economía, Pedro Vuskovic, uno de los más atacados, dejó su cargo al socialista Carlos Matus. “Difícilmente un ministro haya conseguido mayor número de fracasos en sólo un año y medio, pero Vuskovic fue capaz de ello y ha tenido la triste gloria de ser el sepulturero de la economía nacional” analizaba la revista de derecha SEPA. El caos económico, el desbarajuste financiero y sus secuelas en la política de precios y desabastecimiento, que tantas veces le habían anunciado sus asesores al embajador argentino Javier Teodoro Gallac, habían llegado y se mostraban en toda su crudeza “No habrá carne de vacuno, pero sobrará de otras carnes” informaba Puro Chile, el 4 de agosto de 1972. Días más tarde, “el Ministerio de Economía anunció que este fin de semana tampoco habrá carne de vacuno. El producto (…) será reemplazado por carne de caballo y cuyo valor será de 80 escudos el kilo de filete”.