por Natalia Figueroa
En 2018 el movimiento feminista se tomó las universidades del país exigiendo la salida de profesores y compañeros acusados de ser abusadores sexuales, entre otros temas que las estudiantes pusieron en debate. La Universidad Católica del Norte no fue la excepción. Al interior del plantel, las estudiantes se organizaron en una Asamblea de Mujeres que trabajó durante dos meses un extenso petitorio de medidas con perspectiva de género. Era la primera vez que se discutía sobre el tema.