por Dianne Feeley
A comienzos de diciembre, la pandemia de covid-19 en EE UU está segando la vida de 3.000 personas cada día, con 200.000 nuevos casos declarados y más de 100.000 hospitalizados. Ya han muerto 280.000; las previsiones indican que los próximos tres meses pueden ser los peores, tal vez con nada menos que 450.000 víctimas mortales. Cuando declaró el estado de emergencia nacional el pasado mes de marzo, cuando el virus ya circulaba por todo el país, el presidente Donald Trump creó en la Casa Blanca un grupo de trabajo sobre el coronavirus. No obstante, sostuvo que la gestión de la pandemia era responsabilidad de cada uno de los Estados federados. Explicó a la prensa que “el gobierno federal no está para salir a comprar grandes cantidades de materiales para luego repartirlos. Saben, no somos una agencia de transportes.”