Stephen Hawking murió el pasado miércoles, 14 de marzo, a la edad de 76 años, cuatro meses después del fallecimiento de Johnny Hallyday. Estas defunciones de dos personalidades muy diferentes han tenido casi el mismo eco en todo el mundo. El paralelismo se agota aquí. No hay discusión posible sobre el legado del primero: fue un físico de talla enorme y sus trabajos seguirán inspirando durante mucho tiempo la investigación científica. Que juzgue quien lee estas líneas: en contra de la opinión que prevalecía de que los agujeros negros no podían emitir radiación, no solo le debemos la previsión de la llamada radiación de Hawking, sino también las contradicciones que implicaba con la teoría de la mecánica cuántica. Para disipar dudas, precisemos un poco la cuestión